ZEN OVIEDO
Explorando la red de la existencia
Zen Oviedo es un espacio para redescubrir tu conexión con la red viva de la existencia. Aquí, cada respiración es un punto de acceso al despertar, y cada pregunta, una puerta al asombro. Te invitamos a explorar juntos esta realidad interconectada, donde la práctica y la cotidianidad se encuentran en un flujo constante.
Zen Oviedo es una escuela contemporánea de práctica espiritual fundada por nuestro abad, el maestro Ben Diez. Su propósito es reconectar con las raíces del zen chino original, especialmente con el enfoque de experiencia directa y apertura radical del chán (zen chino), pero integrando un lenguaje y prácticas acordes con nuestro tiempo. En este camino, el despertar no es un concepto abstracto ni una promesa futura, sino un proceso de encarnación en cada instante, en la cotidianidad de nuestras vidas.
La Fundación de Zen Oviedo: Legitimidad y Visión
La fundación de Zen Oviedo no es un acto improvisado, sino la manifestación de un camino espiritual consolidado y auténtico. El maestro Ben Diez ha recorrido un extenso trayecto que lo legitima para liderar esta escuela:
- Formación y linaje: Ha recibido enseñanzas directas de maestros de distintas tradiciones, incluyendo el linaje zen chino vinculado al venerable Xūyún (1840–1959). Su conexión con el Dharma no solo es formal, sino vivencial, reflejada en su vida diaria y en su capacidad de transmitir de corazón a corazón.
- Experiencia como practicante y maestro: Ha dedicado años a la práctica y a la enseñanza, facilitando espacios de encuentro y transformación. Su legitimidad se basa en su ejemplo, en la capacidad de encarnar los principios que enseña.
- Apertura y adaptabilidad: Su enfoque no busca reproducir estructuras rígidas, sino volver a las raíces del despertar directo, integrando elementos contemporáneos y rompiendo idealizaciones que limitan la práctica.
Zen Oviedo es, por tanto, un espacio legítimo de exploración y despertar, liderado por un maestro cuya experiencia y claridad lo habilitan para guiar a otros con integridad y compasión.
Exploración del No Saber y el Saber Legítimo
En Zen Oviedo, reconocemos que la incertidumbre forma parte esencial del flujo del Sistema. No hay una «hoja de ruta» que nos garantice certezas absolutas, y aceptar esto fomenta una práctica de humildad y apertura. Sin embargo, el deseo de comprender y explorar es legítimo y puede ser una puerta al despertar cuando se realiza con honestidad y claridad.
- Cuando Bodhidharma, el primer patriarca zen de China, fue interrogado por el emperador Wǔ de Liáng sobre quién era realmente, respondió: «No sé». Esta respuesta no era una evasión, sino una apertura al misterio del Código Fuente (Wújí), ese principio desde el cual se despliega el flujo del Sistema (Tao). Aunque podemos percibir que cada acontecimiento concuerda con sus antecedentes, la pregunta por el principio fundamental nos lleva más allá de las categorías de «causa y efecto» hacia un origen sin atributos ni divisiones. El «yo» que creemos ser es solo una manifestación momentánea dentro de ese flujo dinámico. Aceptar el «no sé» es abandonar la ilusión de que necesitamos certezas para hallar paz. Es abrirse a la posibilidad de que, aunque no comprendamos el origen ni el propósito, participamos plenamente en este despliegue. Soltar la búsqueda de explicaciones definitivas nos permite habitar lo que es con confianza y serenidad, dejando que el misterio actúe a través de nosotros.
- Curiosidad sin obsesión: La práctica del «no saber» en Zen Oviedo no nos pide renunciar a investigar ni a aprender. La curiosidad legítima es un impulso natural que, cuando surge sin apego a una respuesta fija, puede ser una puerta a un conocimiento más profundo y encarnado. Explorar con apertura nos invita a conocer más profundamente la vida, sin el peso de intentar controlarla o apresurar respuestas.
Diálogo sobre el misterio del origen y propósito:
Estudiante: Maestro, ¿cuál es el origen del Código Fuente? ¿Y cuál es su propósito?
Maestro Ben: No lo sé. Y lo curioso es que nadie lo sabe con certeza. Todo lo que podemos percibir es cómo se manifiesta el flujo del Sistema (Tao), no su origen absoluto. Preguntar por el origen es como intentar ver el ojo con el que vemos todo: siempre estará fuera de nuestro alcance.
Estudiante: ¿Pero entonces para qué preguntarlo? ¿No es una pérdida de tiempo?
Maestro Ben: No, porque la pregunta misma nos recuerda nuestros límites y nos enseña humildad. Es como contemplar el horizonte: aunque nunca podamos alcanzarlo, observarlo nos conecta con algo más grande. Lo importante no es encontrar la respuesta definitiva, sino aprender a convivir con la pregunta sin dejar que nos atrape.
Estudiante: ¿Entonces la pregunta puede ser valiosa en sí misma?
Maestro Ben: Sí. Cuando dejamos de esperar respuestas absolutas, la pregunta se convierte en una puerta al asombro, en lugar de un pozo de ansiedad. Explorar con apertura nos permite caminar sin exigir llegar a un final. Y, en ese caminar, a veces encontramos respuestas parciales que iluminan nuestro recorrido sin pretender ser la última palabra.
Este diálogo muestra cómo una pregunta legítima sobre el origen del Sistema puede ser una invitación al asombro y la humildad, no un motivo de frustración. El maestro señala que no todas las preguntas tienen una respuesta definitiva, pero que vivir en paz con ese «no saber» es también parte de la práctica.
Práctica asociada: La pregunta como ventana, no como muro
Cuando notes que una pregunta importante te inquieta o te genera incertidumbre, realiza la siguiente práctica para relacionarte con ella desde la apertura y no desde la urgencia:
- Pausa y toma una respiración profunda: Permite que tu atención descanse en el momento presente.
- Reflexiona brevemente: «¿Esta pregunta me invita a explorar o intenta forzar una certeza?».
- Afirma internamente: «El horizonte me recuerda que hay cosas que no puedo ver, pero puedo caminar hacia él con apertura».
- Observa tu respuesta: Nota si aparece algún intento de controlar o resolver de inmediato. Permítete simplemente estar con la pregunta.
Propósito: Esta práctica te ayudará a transformar las preguntas en invitaciones a explorar en lugar de obstáculos que generan ansiedad. Al abrirte al misterio, integrarás las preguntas como parte del flujo del Sistema, aceptando que algunas respuestas llegarán a su tiempo, y otras pueden no llegar nunca, y eso también está bien.
La compasión sistémica: más allá de los ideales
La compasión sistémica es uno de los principios más revolucionarios de Zen Oviedo. A diferencia de la compasión tradicional, no se basa en ideales de bondad o altruismo, sino en una empatía radical que surge del entendimiento profundo de que cada ser actúa según sus condicionamientos.
Principios de la compasión sistémica:
- Empatía sin juicio: Comprender que incluso los actos más difíciles de aceptar son resultado de las condiciones presentes. Esta visión no implica justificar el daño, sino responder con claridad al flujo del momento.
- Responsabilidad sin carga: En lugar de ser una obligación moral, la compasión se convierte en una respuesta clara y auténtica. A veces puede ser un acto de cuidado y otras, un límite firme o incluso la inacción.
- Integración de las contradicciones: La compasión sistémica no censura los deseos o emociones humanas. Permite integrarlos como parte del flujo, sin pretender ser «perfectos».
Ejemplo práctico: Un día, alguien te enfrenta con agresividad. La reacción automática podría ser responder con la misma intensidad o replegarte. La compasión sistémica te invita a observar las condiciones: ¿Qué llevó a esa persona a actuar así? ¿Qué reacción contribuiría al equilibrio del momento? Quizás sea escuchar sin reaccionar o poner un límite con firmeza y calma.
Práctica asociada: Observar el flujo
- Reflexiona sobre una situación reciente en la que sentiste conflicto.
- Pregunta: «¿Qué condiciones llevaron a cada persona, incluida yo, a actuar así?».
- Imagina una respuesta que surja no del juicio, sino de la comprensión de esas condiciones.
- Cierra la reflexión con la afirmación: «Respondo desde el flujo del Sistema».
Propósito: Esta práctica ayuda a disolver la necesidad de control o juicio y fomenta una acción consciente, que fluye con el contexto y no contra él.
Ser un nodo del Sistema: conectar con la red de la vida
En Zen Oviedo, el «Sistema» es una metáfora contemporánea para comprender la realidad interconectada en la que vivimos. Cada ser es un «nodo» dentro de esta red: un punto de interacción donde convergen influencias y condiciones. No somos entidades aisladas, sino expresiones del flujo constante de causas y efectos.
¿Qué significa ser un nodo del Sistema?
Ser un nodo implica aceptar que nuestras acciones, pensamientos y emociones surgen y generan consecuencias en un contexto más amplio. Como las raíces de un árbol que absorben agua y nutren todo el bosque, cada interacción alimenta o altera la red que nos sostiene. Esta comprensión no es una carga, sino una liberación: nos recuerda que nuestra existencia no es un acto solitario, sino parte de un entramado dinámico y vasto, como un ecosistema que respira en sincronía.
Ejemplo: Al interactuar desde el juicio o la empatía, influimos en la percepción y respuesta del otro, igual que un mensaje de red ajusta el comportamiento de un sistema. Ese acto se expande como las ondas de una piedra al caer en el agua. Cuando respondemos con claridad y conexión, es como ajustar un reloj desincronizado: un pequeño cambio puede armonizar todo el entorno. Un simple gesto amable —como una sonrisa o una palabra de apoyo— funciona como abrir una ventana en una habitación cerrada, dejando entrar aire fresco que renueva el ambiente y reconfigura la red de relaciones.
Transmisión de corazón a corazón: presencia y transformación
La transmisión de corazón a corazón es el culmen de nuestros encuentros semanales online, un acto de presencia sincera en el que nuestro abad, el maestro Ben Diez, en profunda sintonía con el flujo del Sistema, manifiesta una energía transformadora que disuelve bloqueos y despierta la conexión con la naturaleza esencial. No es un ejercicio intelectual ni un gesto simbólico, sino una vivencia directa de apertura y sostén espiritual que fortalece a los estudiantes en su camino. Para explorar en profundidad esta experiencia y recibir orientación, visita nuestra sección específica sobre la transmisión de corazón a corazón.
Enlace:
🔗 Descubre la transmisión de corazón a corazón en Zen Oviedo.
Sexualidad Sagrada: Un Camino hacia la Disolución del Ego y la Conexión Plena
La sexualidad sagrada no es solo un acto físico, sino una vía profunda para explorar la conexión auténtica, la entrega consciente y la disolución del ego. En esta práctica, se busca la unión de los cuerpos, pero también de las mentes y corazones, permitiendo que las fronteras entre el «yo» y el «otro» se disuelvan. El clímax, tanto físico como en términos de conciencia, es una manifestación natural y esperada de esta entrega, donde se experimenta la no-dualidad: la unidad que existe más allá de la separación.
Propósitos de la Sexualidad Sagrada
- Extinción del ego y unificación con el todo: En un espacio de entrega consciente, las barreras egoicas se disuelven y surge una experiencia de unidad, similar a un río que se funde con el océano. Este proceso no busca controlar, sino liberarse de las limitaciones del «yo» y disolverse en el flujo universal.
- Acceso a la mente clara y expansión de la conciencia: El zen enseña que los momentos de gran intensidad, como el clímax, pueden actuar como puntos de acceso a la mente clara: un estado de conciencia libre de la influencia del ego. La sexualidad sagrada facilita este acceso, permitiendo experimentar la claridad y la plenitud que surge cuando las barreras del «yo» se disuelven.
- Sanación y recarga energética: La sexualidad sagrada libera tensiones acumuladas, permite sanar heridas emocionales y proporciona una recarga vital profunda. Vivida conscientemente, no es una huida, sino una reafirmación de la vida y el flujo natural de la energía.
- Celebración del placer como un medio de despertar: Como Zorba el Griego, que baila en la adversidad, la sexualidad sagrada nos recuerda que la vida es un escenario para la exploración, la alegría y la entrega. En Zen Oviedo, vivir el placer no es una contradicción, sino una manifestación consciente del flujo del Sistema. La sexualidad sagrada, vivida con plena conciencia, es una invitación a celebrar la vida, reconociendo que el placer y la conexión profunda son caminos hacia el despertar.
Enlace:
🔗 Descubre nuestra práctica de intimidad consciente «Respirar el encuentro».
En esta práctica, el clímax no es el objetivo, sino una parte del proceso natural. La verdadera meta es la entrega y la disolución del ego, donde ambos participantes se entregan al momento presente. El clímax, tanto físico como en términos de conciencia, se convierte en un punto de acceso a la experiencia directa de la no-dualidad, donde no hay separación entre el «yo» y el «otro», y donde el corazón y la mente se expanden más allá de las limitaciones del ego.
Gathas: anclas de presencia y claridad
Los gathas son versos que nos invitan a habitar plenamente el presente, transformando lo cotidiano en una expresión de conexión con el flujo del Sistema. En Zen Oviedo, cada gatha es una llave para recordar nuestra interdependencia y caminar con atención suficiente en cada momento. Si quieres explorar la colección completa y recibir orientación sobre su uso, te invitamos a visitar nuestra sección específica de gathas.
Enlace:
🔗 Descubre los gathas de Zen Oviedo.
Kōans: llaves de presencia y claridad
En Zen Oviedo, los kōans no son preguntas enigmáticas para desconcertar, sino herramientas vivas para aclarar la mente y habitar el presente con lucidez. A través de un enfoque accesible y profundo, desentrañamos sus enseñanzas para que actúen como llaves que disuelven bloqueos internos y alinean cuerpo, mente y emociones con el flujo del Sistema.
Cada kōan es una invitación a salir del ruido mental y despertar una comprensión espontánea que transforma lo cotidiano en una experiencia de claridad y apertura. Si quieres explorar nuestra colección y recibir orientación sobre su práctica, te invitamos a visitar nuestra sección específica de kōans.
Enlace:
🔗 Descubre los kōans de Zen Oviedo.
Satsangs zen: desvelando la Realidad
Los satsangs en Zen Oviedo son encuentros transformadores diseñados para revelar la realidad del Sistema con claridad y precisión. Guiados por el maestro Ben Diez, estos diálogos profundos disuelven confusiones y reconfiguran el cuerpo-mente, armonizándolo con el flujo del Sistema. Cada satsang combina respuestas claras, metáforas vivas y prácticas sugeridas que permiten integrar la comprensión en la vida cotidiana.
No es solo una experiencia intelectual, sino una vivencia directa que despierta una conexión profunda con nuestra verdadera naturaleza y ofrece herramientas prácticas para navegar el día a día con mayor libertad y claridad. Si deseas explorar cómo los satsangs pueden transformar tu comprensión y tu vida, visita nuestra sección específica para descubrir más.
Enlace:
🔗 Descubre los satsangs de Zen Oviedo.
La Metáfora Cyberpunk: Entre el Sistema y el Despertar
En Zen Oviedo, utilizamos elementos contemporáneos, como la estética cyberpunk y las metáforas tecnológicas, para iluminar el camino hacia el despertar. Así como en el universo cyberpunk todo está interconectado en una red invisible, en nuestra práctica, el «Sistema» es la red viva donde cada manifestación—pensamientos, sensaciones, sonidos—refleja su raíz esencial, el «código fuente».
William Gibson, considerado el «padre del cyberpunk», es un escritor visionario que imaginó futuros donde la tecnología, las redes de información y la realidad humana se entrelazan de formas complejas. En su influyente novela Neuromante (1984), pionera en el género, describe un paisaje evocador:
«El cielo sobre el puerto tenía el color de una pantalla de televisor sintonizada en un canal muerto».
Esta frase se ha convertido en un símbolo de desconexión y mecanización. Sin embargo, Gibson también nos recuerda en una frase célebre:
«El futuro ya está aquí, solo que no está uniformemente distribuido».
Este pensamiento resuena con la práctica zen al señalar que la plenitud de la experiencia ya está presente en cada momento, pero a menudo no somos conscientes de ella. En Zen Oviedo, entendemos que el despertar no es un evento distante, sino algo disponible aquí y ahora, si prestamos atención.
Del rostro original al código fuente
Un kōan es una herramienta zen diseñada para romper patrones de pensamiento lineales y dirigirnos hacia una experiencia directa de la realidad. El kōan: «¿Cuál es el rostro original de Bodhidharma?», nos dirige a una pregunta radical: ¿qué es aquello de lo que todo surge?
La respuesta tradicional del silencio, seguida de:
«No puedes verlo, pero todo surge de ello»,
nos recuerda que la raíz de la realidad que experimentamos no puede atraparse con palabras ni conceptos, pero se refleja en cada momento.
Así como no vemos el código fuente de un programa mientras lo usamos, cada interacción es una expresión directa de él. El «código fuente del Sistema» es aquello que sustenta cada sonido, forma y pensamiento. No necesitamos «ver» la raíz para reconocer su expresión en lo cotidiano.
Ejemplo práctico: La red viva del presente
Cuando observas un cielo gris, podrías sentir que es solo una pantalla vacía y sin vida, como el «canal muerto» de Gibson. Sin embargo, si te detienes y prestas atención, notarás que todo está sucediendo: la brisa en tu piel, el sonido lejano de una conversación, la expansión y contracción de tu respiración.
Lo que parece ser una imagen estática y sin movimiento es, en realidad, una expresión del flujo continuo del Sistema. Cuando dejamos de conceptualizarlo como «vacío» o «aburrido» y lo habitamos sin etiquetas, se revela como un entramado dinámico y vivo.
Práctica sugerida: observar la raíz de las manifestaciones
Propósito: Esta práctica te invita a reconocer la raíz de todas las manifestaciones, cultivando la apertura y la conexión con el flujo natural de la existencia.
- Encuentra un lugar tranquilo donde puedas sentarte o permanecer en calma por unos minutos.
- Observa lo que percibes: sonidos, formas, pensamientos y sensaciones en tu entorno y en tu interior.
- Pregúntate: «¿Qué es lo que da lugar a todo esto?»
- Mantén la pregunta abierta, sin intentar conceptualizar ni responderla de forma lógica.
- Permite que la pregunta te guíe hacia una experiencia directa del momento presente, soltando cualquier necesidad de control o explicación.
Conclusión: La visión del futuro presente
La pantalla estática no es el final de la transmisión; es la señal de que detrás de lo aparente, hay un flujo constante de manifestaciones interconectadas. Así como el rostro original de Bodhidharma no es algo «visible», sino la raíz de todo, cada cosa que percibimos puede ser una puerta al despertar.
El maestro Ben Diez, al igual que William Gibson, es un visionario que comprende los desafíos del presente y usa el lenguaje y las imágenes del mundo contemporáneo para señalar lo atemporal. Si Gibson nos mostró que el futuro ya está aquí, el maestro Ben nos recuerda que el despertar ya está presente, esperando ser experimentado en cada instante, como un nodo consciente en la red de la existencia.
Reflexión Final: Un Camino de Despertar Real y Cotidiano
Zen Oviedo no busca construir identidades espirituales ni reificar conceptos, sino ayudarnos a reconocer que siempre hemos sido parte del flujo, como una chispa en una corriente eléctrica. La escuela es un espacio donde tradición y renovación se encuentran, donde cada ser es bienvenido a explorar su propio nodo en el Sistema y abrirse al despertar continuo en cada gesto, cada encuentro y cada respiración.
Última revisión: 16 de enero de 2025